BASTA YA
La dirección comercial lleva años exigiendo unos objetivos inalcanzables, pero lo de este año es intolerable. A este nivel de presión y exigencia habituales, hay que sumar los cientos de compañeros que abandonaran la entidad en los próximos meses tras su adhesión al ERE.
Con una integración informática sobre la mesa, a esta falta de plantilla hay que añadir los 209 formadores que abandonaran sus puestos de trabajo en las próximas semanas para dedicarse a esta nueva labor.
La situación se torna insostenible y por eso en la reunión del pasado viernes del CISS (comité de salud) CIC suma+t denunció esta presión desmedida de los mandos intermedios, que se recogió en un acta y del que el resto de sindicatos no comentó prácticamente nada.
También hemos solicitado que se proceda al abono del incentivo plurianual, reconociendo así el trabajo de la plantilla durante los años más duros de la pandemia. Y que se rectifique y se computen los seguros posdatados y las contrataciones vía Internet para el cumplimiento de objetivos.
Con semejante panorama nos preguntamos por ejemplo, cómo piensa pagar a sus inversores la alta rentabilidad ofrecida por OceanWood, hedgefund propietario de un importante paquete accionarial de Unicaja. Porque otra vez a costa de los trabajadores, NO.
Y por si esto fuera poco, la presión social de las ultimas semanas que sufre la plantilla, se ha visto acrecentada con la campaña que denuncia la exclusión financiera de nuestros mayores. Varias son las entidades que ya han eliminado los horarios de caja y han dado la cara por sus empleados. Aún estamos esperando que mueva ficha Unicaja.
Por eso desde ya, anunciamos que si no se toman medidas y fuera necesario CIC suma+t estará dispuesto a volver a salir a la calle y movilizar a la plantilla para frenar la presión a la que los trabajadores de Unicaja Banco están siendo sometidos. La merma de personal tras las salidas del ERE y los formadores, la presión desmedida en la consecución de objetivos comerciales inalcanzables y la nula protección de los trabajadores, de nuevo en el punto de mira de la opinión pública, dando la cara ante los clientes por decisiones que toma la dirección del banco, son razones más que suficientes para volver a la calle.

 

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