CIC y CIG, sindicatos que formamos parte de la Mesa Negociadora del Convenio Colectivo, demandamos a lo largo de la negociación que se incluyese una cláusula de revisión salarial, nuestras sensatas propuestas no fueron apoyadas por el resto de sindicatos ni por CECA.

Nuestros salarios están congelados desde el 2017, el IPC del año 2021 cerró con una inflación del 6.70% y la previsión de FUCAS para el 2022 es del 6.8% (que puede verse superada como consecuencia de la guerra y de las tensiones por el precio de la energía).

A este recorte de nuestros salarios se suma la no actualización del kilometraje o el impago de otros complementos.

La pérdida salarial actual era previsible, simplemente la Patronal CECA se negó a asumir el compromiso de actualizar los salarios con el IPC. Y CCOO, UGT y FINE, conscientemente, decidieron no reivindicarla y firmar lo que les puso sobre la mesa la Patronal.

Argumentaba la Patronal que las entidades atravesaban una situación difícil. Nada más lejos de la realidad: los bancos tienen beneficios multimillonarios; como multimillonarios son los “bonus” que cobran las Direcciones que han seguido creciendo; y, por si fuera poco, la cláusula de empleo del Convenio se ha demostrado una vez más que es falsa, han seguido destruyendo miles y miles de puestos de trabajo pese al recorte salarial.

Con todo CIC y CIG defendimos nuestros salarios durante la negociación y lo seguimos haciendo ahora, por eso hemos solicitado a la patronal CECA la actualización con el IPC de 2021 y una entrega a cuenta de la del 2022.

El esfuerzo que se nos reclama desde las instituciones para asumir las consecuencias de la Guerra debe ser compartido, por las plantillas, pero también por los accionistas y las altas direcciones.

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